Santiago Mas-Comas es el coordinador del Comité Europeo de Respuesta Rápida ante Enfermedades Parasitarias y trabaja ya junto a la Organización Mundial de la Salud
(OMS) y los ECDC para preparar una respuesta conjunta en países como España, Francia, Italia o Portugal ante la posible aparición de casos de esquistosomiasis -la segunda enfermedad parasitaria en número de casos por detrás de la malaria-. «En estos países el caracol que hace de vector del parásito está ampliamente extendido y además hay una amplia población de origen africano», explica a EL MUNDO este catedrático de la Universidad de Valencia, especialista en parásitos. A su juicio, esta respuesta rápida es clave para ver las posibles zonas de riesgo y alertar a la comunidad médica, porque a menudo el diagnóstico de esta parasitosis puede pasar despercibido, «sobre todo si el individuo responde que no ha estado recientemente en África, como ha ocurrido en los 11 casos de Córcega». A juicio del profesor Mas-Comas, lo ocurrido con esta enfermedad tropical es una importante llamada de atención sobre los efectos del cambio climático en la salud, y com la subida de las temperaturas puede tener efectos insospechados en la salud. «Esto es una llamada de atención, tenemos que meter el cambio climático en la agenda política ya», apunta.